La manumisión como herramienta de esclavitud

En la época moderna en el mundo occidental, “manumisión” era la palabra utilizada para referirse a la práctica ocasional de los amos o propietarios de esclavos de conceder plena libertad a sus esclavos, después de lo cual estos antiguos esclavos y sus descendientes vivirían disfrutando de libertad social y legal. Manumisión, como se le denominaba en la cultura española, fue pues una de las principales fuentes de negros libres en las sociedades de Europa occidental, incluida la sociedad ibérica.

Durante el siglo XVI y a lo largo de los siguientes siglos de colonización y esclavitud europea en América, se practicó la manumisión, tanto en la metrópolis ibérica como en las colonias. La libertad era concedida principalmente por propietarios relativamente medianos o pequeños de negros esclavizados, que eran sus sirvientes personales o domésticos, con frecuencia como recompensa por muchos años de servidumbre obediente y, a menudo, cuando los propietarios sentían cerca del final de sus propias vidas. (See Manuscript No. 047) Varios historiadores han considerado que la manumisión fue una parte importante de la estabilidad y la duración de un siglo de la esclavitud negra como sistema social en las Américas coloniales. Se considera que la esperanza de obtener la manumisión de sus amos fue un factor que indujo a una parte de la población esclavizada a conformarse o aceptar la vida esclavizada y a no participar en las formas más abiertas de resistencia, que los excluirían como candidatos a la manumisión a los ojos de sus dueños.

La Española, el primer escenario histórico de esclavitud negra en América, fue también el primero en el continente donde entró en juego la manumisión. El concepto estuvo presente en el proceso de colonización europeo/ibérico como parte de su caja de herramientas de dominación social tan pronto como el proceso comenzó a incorporar la importación de negros esclavizados como parte indispensable del proceso de asentamiento en La Española y otros territorios del “Nuevo Mundo”. En 1505, el rey español Fernando ordenó al gobernador colonial de la Corona en Santo Domingo, Nicolás de Ovando, que difundiera la promesa de manumisión entre los primeros, y aún relativamente pequeños, grupos de negros esclavizados a cambio de una cantidad indeterminada de años de trabajo forzado. (See Manuscript No. 009) La mayoría de estos primeros esclavos fueron asignados a trabajar en la minería de oro y en la construcción de muros en La Española y la oferta de manumisión se utilizó en un intento de obtener de ellos tanto trabajo como fuera posible. 

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