Los PRIMEROS NEGROS eN LAS AMERICAS

La Presencia Africana en la República Dominicana

Una falta casi total de iconografía

Uno de los retos mayores existentes en el estudio, investigación y enseñanza sobre la población negro-africana más antigua que habitó la colonia La Española durante los siglos de la modernidad es la prácticamente total carencia de testimonios o representaciones visuales de esa población de que tengamos noticia producidos en la época en que vivieron.  Es una circunstancia que afecta virtualmente a todo el campo de estudio de la temprana sociedad colonial dominicana en general.

Casi ninguna representación visual, en la forma de grabados, pinturas, dibujos, esculturas, relieves u otros han sobrevivido de la centenaria época colonial de lo que hoy es la República Dominicana que nos pudieran dar una idea de la apariencia de esos primeros antepasados de los dominicanos negros y mulatos o que comparten alguna herencia racial negra de hoy en día.

Ante la carencia de tales materiales, a menudo las publicaciones sobre los negros en La Española colonial han recurrido a imágenes que se han conservado sobre la población negra de otros lugares, especialmente otras antiguas colonias europeas no-españolas de la región del Caribe, en su mayoría de los siglos dieciocho y diecinueve.  Al tratar de imaginar los primeros habitantes negros de La Española, por tanto, estas imágenes deben usarse y estudiarse siempre con el entendido de que representan realidades locales que no fueron necesariamente idénticas a aquellas de La Española pero que posiblemente fueron determinadas por condiciones socio-históricas específicas de los lugares donde fueron producidas.

Al mismo tiempo, se puede argumentar que las imágenes antes mencionadas reflejan por lo menos algunas condiciones relacionadas con el período histórico general al que pertenecen, unas condiciones probablemente compartidas también por la sociedad de La Española de la época.  Estas características comunes se pueden inferir de nuestro conocimiento histórico general sobre las poblaciones negras del Caribe en general como las evidencian las investigaciones publicadas y los documentos archivísticos, así como de una dosis básica de sentido común.

Los habitantes negro-africanos de La Española, en diverso grado y dependiendo del período de que se trate, procedían en su mayoría de las mismas grandes regiones del Africa Negra que aquellos que poblaron el resto del Caribe, y fue probablemente la diversidad étnica de pueblos dentro de Africa misma y las evoluciones y adaptaciones dentro de condiciones locales peculiares lo que explica las diferencias que se puedan encontrar entre los antiguos negros de La Española y los de otros lugares de las Américas. El sistema social de la esclavitud y la esclavización, por otro lado, tuvieron algunos elementos básicos que les fueron comunes independientemente de cuál fuera la nación-potencia esclavista que lo ejerciera y cuál fuera el territorio de las Américas donde lo impusiera.

Por lo tanto, nuestra carencia de imágenes que retraten (o que hayan pretendido retratar) específicamente a los negros y negras de La Española de los siglos XVI al XVIII debe compensarse con el estudio más acucioso y abarcador posible de la documentación archivística y de los vestigios arqueológicos y monumentales que, más que las imágenes de las fisonomías, reflejan los tipos de lugares en que residieron y trabajaron, y las clases de artefactos que utilizaron, y a través de ellos, los tipos de experiencias que probablemente vivieron como seres humanos de su época, y todo esto dando un mirada de sentido común comparativo a los testimonios visuales que hayan sobrevivido sobre los otros pueblos negros del Caribe en esa misma época.