Los PRIMEROS NEGROS eN LAS AMERICAS

La Presencia Africana en la República Dominicana

Las mujeres negras, presentes en La Española tan temprano como los hombres negros

Hazard, Samuel. "Santo Domingo, past and present: with a glance at Hayti." New York : Harper & Bros., 1873.La historia de las mujeres negras de La Española del siglo XVI es uno de los temas menos investigados de la historia temprana de la sociedad dominicana, y lo mismo probablemente pueda decirse sobre la temprana sociedad colonial de las Américas en general.  Pero existen algunos someros indicios de su presencia e impacto durante la centuria del Quinientos. Las mujeres negras de origen africano estuvieron presentes y activas socialmente desde el comienzo del proceso de colonización de La Española.

La segunda persona de origen negro-africano que aparece en la documentación histórica como residente en La Española después de Juan Prieto o Juan Moreno fue una mujer negra de nombre por ahora desconocido cuya presencia en la nueva colonia data de antes de 1502. Recordada como “la negra del hospital”, fue rememorada por generaciones de habitantes y vecinos de Santo Domingo como una sanadora que proveyó asistencia médica a los habitantes pobres de la ciudad en lo que se describe como un bohío suyo propio (lo que nos lleva a deducir que se trataba también de una mujer negra libre) antes de que el mismo Ovando, como parte de su campaña colonizadora de construcción de edificios, construyera un hospital en el mismo lugar donde “la negra del hospital” ejercía sus servicios. (Véase Manuscrito No. 060)  Y ahora sabemos  que tan solo dos años después, en 1504, la Corona de España había acordado y autorizado formalmente el envío de mujeres negras esclavizads a La Española.  (Véase Manuscrito No. 016)

Sabemos que en las décadas subsiguientes, la Corona de España en varias ocasiones continuó recomendando la inclusión de mujeres entre las multitudes de gente negra esclavizada que estaban siendo enviadas a La Española a trabajar. Durante el primer cuarto del siglo dieciséis comienza a quedar evidencia también de que la Corona española estaba interesada en promover la importación de mujeres negro-africanas esclavizadas a La Española con el claro propósito de usarlas para reproducir la población esclava así como para juntarlas con los negros esclavizados en la creación de familias esclavas (véase Manuscrito No. 022) que mantendrían las mentes de estos esclavos negros alejadas del impulso y la idea de rebelarse contra el orden social colonial basado en la esclavitud que se estaba implantando. La fórmula de una mujer negra por cada tres hombres negros era la mencionada normalmente, y esta misma proporción es particularmente visible y se confirma en los inventarios o listas que han sobrevivido de los esclavos trabajadores de los ingenios azucareros de La Española de distintos momentos del siglo XVI. 

Las fuentes archivísticas existentes nos dicen que numerosos pobladores que fueron por su cuenta a la isla a aventurarse en la colonización de La Española y otros lugares de las nuevas colonias, o designados como miembros de la nueva y cada vez más creciente burocracia pública o real que los monarcas de España estaban implantando en los nuevos territorios dominados, llevaron consigo pequeñas cantidades de mujeres negras esclavizadas en sus viajes de llegada o en viajes subsiguientes para que les trabajasen como sirvientes domésticas. Esto se hizo durante sus primeros viajes a La Española o en viajes subsiguientes. En un número de ocasiones mujeres negras libres viajaron de su propia voluntad a través del Atlántico a La Española. (Véase Manuscritos No. 013, No. 033, No. 038 y No. 069)

En algún momento durante el primer cuarto del siglo dieciséis comienza a quedar evidencia también de que la Corona española estaba interesada en promover la importación de mujeres negro-africanas esclavizadas a La Española con el claro propósito de usarlas para reproducir la población esclava así como para juntarlas con los negros esclavizados en la creación de familias esclavas (véase Manuscrito No. 022) que mantendrían las mentes de estos esclavos negros alejadas del impulso y la idea de rebelarse contra el orden social colonial basado en la esclavitud que se estaba implantando. La fórmula de una mujer negra por cada tres hombres negros era la mencionada normalmente, y esta misma proporción es particularmente visible y se confirma en los inventarios o listas que han sobrevivido de los esclavos trabajadores de los ingenios azucareros de La Española de distintos momentos del siglo XVI.  

En la documentación sobre el mundo social de las plantaciones azucareras durante los 1500s vemos a mujeres negras mencionadas que desempeñaban una serie de labores, usualmente asociadas a la cocción de las comidas consumidas en los ingenios y algunas otras labores. Las mujeres negras esclavizadas aparecen también en prácticamente cada inventario de bienes domésticos y propiedades de las familias o los individuos de la población libre urbana colonizadora residente en la ciudad de Santo Domingo en sus distintos rangos sociales, desde la alta élite política hasta los dueños de plantaciones y negocios y los oficiales militares, una población formada al principio por colonizadores-inmigrantes ibéricos y europeos y, a medida que avanzó el siglo, por sus descendientes criollos nacidos y criados en la colonia. (Véase Manuscrito No. 011)

De vez en cuando vemos en la documentación de la época referencias a esclavas severamente castigadas, o amenazadas con castigo, por conductas abiertas de confrontación y rebeldía, como en los casos de negras esclavizadas sospechosas de haber envenenado a sus dueños (véase Manuscrito No. 026) o de incendiar las edificaciones de sus amos. Las fuentes mencionan también algunos casos de mujeres negras o mulatas o racialmente híbridas definidas como concubinas de hombres libres ibéricos o criollos, lo que junto a la frecuente mención de individuos “mulatos” de diferentes edades en una variedad de fuentes archivísticas procedentes de La Española parece indicar sin lugar a duda que los contactos sexuales interraciales entre blancos y negros comenzaron también desde temprano en la isla.