Comentario No. 049
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Fecha: 1605, mayo 12. Santo Domingo, La Española
Tema: Inventario de las propiedades del Capitán Gerónimo Agüero Bardeci, incluyendo sus esclavos domésticos negros, confiscados por órdenes del Presidente de la Audiencia de Santo Domingo, Antonio Osorio, 1605
Fuente: Archivo General de Indis, Escribanía 3-A, Colección de Documentos Coloniales Dominicanos del CUNY DSI
En 1605 el capitán militar de La Española Gerónimo Agüero fue acusado, detenido y enjuiciado por las autoridades judiciales de Santo Domingo por consentir o ser cómplice o beneficiarse de las actividades de contrabando de la región de la Banda del Norte después de ser oficialmente enviado allí precísamente para perseguir y parar esta práctica económica, muy difundida entre los colonizadores de la región, pero criminal a los ojos de las autoridades coloniales encargadas de vigilar el cumplimiento de la política de monopolio así como de todas las otras leyes y regulaciones del imperio español en La Española.
Parte del expediente judicial contra Agüero fue la confiscación de sus propiedades, incluyendo su moblaje doméstico y otras cosas, entre ellas algunos esclavos que poseía, todos mencionados en el inventario que se confeccionó para documentar la incautación. Junto a un colchón de cama, un gavetero, unos pantalones, y unas cuantas armas de fuego, entre otros artículos, ocho esclavos de ascendencia africana aparecen en la lista, incluyendo cuatro mujeres descritas como “negras”, otra mujer descrita como “mulata”, un muchacho esclavo “negro”, y otros dos niños esclavos, uno varón y otro hembra, descritos como “mulaticos”.
Tres de las esclavas negras fueron identificadas con nombres étnicos, dos de ellas como Bran y otra como Arada. Otras dos aparecen calificadas como “criollas”, queriendo decir nacidas en la isla, una definida como “negra” y la otra como “mulata”. Los tres niños, especialmente los dos más jóvenes, eran probablemente hijos de alguna o algunas de las esclavas citadas. La presencia entre todos ellos de tres individuos calificados como “mulatos”, una adulta y dos menores, por otra parte, nos habla claramente de relaciones al menos entre los hombres blancos y las mujeres negras por encima de separaciones de estatus socio-raciales en La Española de ese momento. Parecería asimismo que, por alguna razón, Agüero había decidido o preferido no tener esclavos negros adultos en su domicilio. Y existe la posibilidad también de que él mismo hubiera sido el padre de uno o ambos de los niños mulatos.