Los PRIMEROS NEGROS eN LAS AMERICAS

La Presencia Africana en la República Dominicana

Comentario No. 020

Fecha:    1522, noviembre 13.  Valladolid, España
Tema:     En una comunicación a la Audiencia de Santo Domingo, la Corona de España dice que muchos capitanes y marineros están llevando esclavos a La Española sin licencias.  Se ordena a la Audiencia que haga un inventario de los esclavos llegados a la colonia en esas circunstancias.
Fuente:   PARES, Portal de Archivos Españoles, Archivo General de Indias, INDIFERENTE,420,L.9 -107, Imagen Núm: 101/484- 103/484

A fines de noviembre de 1522 el Rey de España Carlos V declaraba, en una carta a los oidores o jueces de la Audiencia de Santo Domingo y otros oficiales del gobierno colonial, que la Corona había sido informada de que “muchos maestres de naos de mercaderes, marineros y otras personas que pasan a estas partes, contra lo que por nos esta vedado y prohibido, han pasado y pasan muchos esclavos y esclavas sin licencia nuestra, y que vosotros los dichos nuestros oficiales no habeis puesto ni poneis en ello el recaudo que conviene, de que nos hemos sido y somos deservidos, y nuestras rentas defraudadas”. 

Era una denuncia y admisión oficial muy temprana de una práctica de contrabando cometida por los mismos súbditos del rey, poniendo en entredicho los controles ejercidos tanto por la Casa de la Contratación de Sevilla como por los funcionarios locales de La Española, y que décadas después se convertiría en una actividad masiva de la vida social y económica de la colonia que involucraría a barcos extranjeros y enemigos de España.

El rey ordenó a la Audiencia realizar y enviar a la metrópolis una investigación e informe sobre los esclavos llegados  a La Española sin la licencia real.  Concretamente el monarca ordenó que se hiciera “informaçion de los esclavos que sin licencia nuestra hasta aqui se han pasado a esta isla, y quien y quales personas los han pasado y en que navios pasaron y quando y en que tiempo y si fueron registrados por los dichos oficiales que residen en la ciudad de Sevilla en la Casa de la Contratacion de las Indias, y si hubo licencia nuestra o de otra persona que de nos la tenga y de quien, y a que personas fueron vendidos los dichos esclavos y si son vivos y en cuyo poder están”.

Después de prometer castigo por esta ilegalidad, el rey insistía en ordenar en su comunicación que los funcionarios reales coloniales de La Española confiscaran cualquier “esclavos o esclavas” llevado a la colonia sin licencia y sin haber sido registrado con los funcionarios metropolitanos de la Casa de la Contratación, así como procesar a los individuos envueltos en este transporte ilegal de esclavos.  El rey también ordenó que su orden fuera difundida por toda la colonia por pregoneros.  La prohibición, aclaraba el monarca en su orden,  no afectaba a “los quatro mill esclavos para que tengo dada licencia al mi mayordomo mayor y gobernador de Bresa del mi consejo”.

Esta orden real, por tanto, confirma que hacia fines de 1522 el rey efectivamente había dado una concesión para unos 4,000 licencias para el transporte de otros tantos negros esclavizados a su asociado el gobernador de Bresa, y asimismo que había suficiente contrabando de esclavos de ambos sexos a bordo de los barcos que iban hacia la Española en ese momento como para justificar que el rey ordenara, en un lenguaje un poco áspero, una investigación sobre el tema.